Cómo empezar a entrenar desde cero y no abandonar en el intento

Empezar a entrenar desde cero puede parecer un reto complicado, sobre todo si llevas tiempo sin hacer actividad física. La buena noticia es que no necesitas tener una preparación previa ni invertir en grandes equipos para comenzar a moverte. Lo más importante es dar el primer paso con un plan realista y adaptado a tu nivel.

El error más común de quienes inician un programa de entrenamiento es querer hacerlo todo de golpe. Apuntarse a muchas clases, correr largos kilómetros o intentar rutinas muy avanzadas suele acabar en frustración o lesiones. La clave está en empezar poco a poco, con objetivos sencillos y alcanzables, que te permitan generar constancia y confianza en ti mismo.

Un buen punto de partida es el entrenamiento con el propio peso corporal: ejercicios básicos como sentadillas, flexiones, planchas o zancadas ayudan a ganar fuerza, mejorar la postura y aumentar la resistencia. Dedicar entre 20 y 30 minutos, tres veces por semana, es suficiente para notar progresos en las primeras semanas. Con el tiempo, se pueden añadir materiales sencillos como bandas elásticas o mancuernas.

Además del ejercicio, es fundamental cuidar otros factores que influyen directamente en el rendimiento. Dormir bien, mantener una alimentación equilibrada y escuchar a tu cuerpo son pilares básicos para avanzar de manera segura. Recuerda que el objetivo no es solo empezar a entrenar, sino mantenerlo en el tiempo para lograr un verdadero cambio en tu salud y en tu calidad de vida.